Las parejas que se divorcian ahora no son como las que se separaban casi dos décadas atrás. Son más jóvenes, el promedio de duración del matrimonio se redujo en los últimos años a menos de la mitad: de 20 años pasó a 10, como máximo. Incluso, muchas parejas esperan hasta cumplir los tres años obligatorios que fija la ley para obtener el divorcio vincular.
Esto hace que en el mayor número de casos la cosa no termine con la sentencia de disolución del vínculo civil.
Es que es muy común que conjunto al divorcio deban tramitarse tenencia, alimentos y régimen de visitas.
Y esto hace evidentemente que se tornen más conflictivos estos procesos.
Los especialistas sostienen que en parejas con hijos chicos el divorcio está lejos de convertirse en un "corte". Se prolonga en las relaciones con los chicos, en el régimen de visitas, la cuota alimentaria, el rendimiento escolar, la existencia de contacto adecuado con la familia y amistades de cada uno de los padres, etc.. La relación no se termina, se vuelve a prolongar en los hijos: es el post-divorcio, cada vez más complicado. Para consultas sobre este u otros temas publicados utilicen el formulario de contacto.